jueves, 25 de abril de 2024

19 La burrita de mi padrino Chico.

 

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La burrita de mi padrino Chico.




Había una vez una burrita llamada Anastasia, de unos días para acá se empezó a entristecer Pobrecita ¡se veía tan fea! Cuando su hocico arrugado se reflejaba en la canoa para beber, casi se asustaba: unos ojos rasgados y pequeños, una nariz peluda y, para colmo, unas orejas inmensas, como aspas de molino. Todo el mundo admiraba a los caballitos del Señor Romer Moreno agitando sus melenas y en cada salto sus patas largas y hermosas.

 

Ella trataba de imitarlos, pero no podía saltar, era desafortunada, con sus piernas cortas y con su cabezota eternamente inclinada hacia el suelo. Siempre acababa por hacerse la desentendida, ni se detenía como para comer hierba, pero en realidad era para disimular sus lágrimas delante de los demás animales que pastaban en el potrero de Ricardo Viloria. 

 

Y lo que más envidia le daba, era contemplar a los niños, cuando acariciaban el sedoso lomo de los caballos de Pepe el de Albina, sin dirigirle a ella jamás una palabra amable, ni una mirada dulce y, menos todavía, una palmadita cariñosa; le decían:

 

– ´´chita burra fea y triste, eche pá allá´´

 

Harta de tragar amargura un día, decidió irse de su casa. Fue en una tarde de mucho invierno en la Comarca El Corozo. Al volver de abrevar en la Canoa se quedó más triste que nunca. Al ´´trastumbar´´ los animales camino real arriba, se dio media vuelta y se dirigió a las montañas de Esdovas. 

 

Estuvo muchas horas caminando sin saber exactamente a dónde ir. Se asustó al hacerse de noche. Estaba lejos de su casa, de su caney calentito con suelo de paja tibia. La tristeza y nostalgia le hicieron un nudo en la garganta. Extrañaba a Chico e Ignacia que le trataban con cariño, pensó para sus adentros que no todo era gris, que había personas que llenaban de color su vida, y solo unos pocos eran los que la maltrataban. Pero ahora ya, aunque quisiera, no sabría volver. Rebuznó con toda la fuerza de sus pulmones en el Filo de la Cuchilla.

Sólo el eco le contestó. Con el corazón oprimido y ´´titiritando´´ de frío continuó su marcha hacia el Zanjón húmedo y tenebroso de las mariposas. Era cerca de las diez de la noche y se sentía agotada, entró en una cueva grande para protegerse del frío. El miedo y la añoranza de nuevo la amenazaron y le hicieron acordarse de casa. Allí estaba sola y lejos de todo.

 

En ese instante no era la única que buscaba cobijo en la fría noche invernal. Un matrimonio joven acababa de entrar en la cueva junto a un muchachito de doce años. Un sentimiento de simpatía y compasión se apoderó de ella, los recién llegados, sin ninguna queja por nada, se dispusieron a pasar allí la noche. El niño se acercó a Anastasia, le acariciaba su hocico y decía:

 

– ´´mamá, papá, esta burrita tan linda estará perdida, tiene miedo, se ve que estuvo llorando´´

 

La señora responde:

 

– ´´si, hijo mío, seguro se perdió en el potrero, y quiso pasar la noche aquí, gracias a ella pudimos encontrar este lugar´´

 

El papá responde, 

 

–́ ́la podemos llevar a Esdovas, seguro viene de allá, así nos acompaña en el camino. Yo traigo por acá unas tablas y le puedo hacer una silla bien bonita como las que hace mi amigo Gerardo el de Pablitos ́ ́

 

y el niño dice con voz alegre: 

 

– ´´que bueno, así yo voy cabalgando, es mejor que cualquier caballo, es muy linda, me recuerda a nuestra burra Blanquita, seguro sus dueños estarán muy contentos con ella´´ 

 

Entre risas y compartir en familia, la burriquita Anastasia se siente muy feliz con todos los halagos que recibe, pues se siente en un verdadero hogar. Está muy contenta porque va acompañar a esta extraña familia a la Comarca Esdovas. 

 

La mujer, joven y bonita, dio una palmadita a la burra para que le dejara sitio. Ella, gozosa de ver que alguien contaba con ella, se hizo a un lado. El joven esposo y padre del muchacho le buscó un poco de pasto y acarició sus orejas. Anastasia comió, pues estaba débil por tanto caminar, sintió mucha felicidad, ya no pasaría una noche con miedo en esa cueva tenebrosa. La presencia de aquellos visitantes le llenaban de consuelo y paz. Sus ojos se cerraron y todos se acomodaron para dormir escuchando el canto de los grillos y contemplando los destellos de muchas luciérnagas que en nuestra comarca les llamamos ´´suqueces´´ 

 

Se despertó sobresaltada. Debían de ser las cuatro de la mañana, vio que una luz vivísima lo envolvía todo. Pero no venía de fuera. La luz brotaba de dentro de la cueva. La familia estaba de pie, en el rincón de la cueva haciendo oración, pues al amanecer seguirán su camino a la Comarca donde les esperaban con alegría.  La borriquilla se acercó más a ellos y sentía una alegría muy profunda. Sin saber por qué, quería con todo su corazón a aquella familia humilde que la había tratado con tanto cariño y sacado de su corazón tantas cosas feas que la hacían sentirse inferior o compararse con los demás. En ese instante se volvió a quedar dormida y soñó con su casa, con sus primos los potrillos, con los niños, que la acariciaban y jugaban con ella. Y, curiosamente, soñó con el niño que la había invitado a la comarca Esdovas.

 

Al despertar, ya el joven carpintero le había hecho una hermosa silla, y la madre le colocó una dalmática de tela muy bonita que le había regalado Gertrudis Viloria. Le pusieron la silla y también le colocaron sobre el cuello una corona de flores de tulipán típicas de esos caminos.

 

 –Quedó hermosa dijo la joven familia. 

 

Siguieron su camino montaña arriba cantando a Dios el siguiente canto: 

 

´´Alegre la mañana
Que nos habla de ti
Alegre la mañana´´

 

´´Alegre la mañana
Que nos habla de ti
Alegre la mañana´´

 

Al llegar a Esdovas, los habitantes de esta comarca recibieron a la joven familia con mucha alegría, le tenían preparada una casa muy bonita en frente de la escuela y al lado de la señora Virginia. Se armó la fiesta, y los Briceños entonaban canciones maravillosas con el cuatro, y el Señor Virgilio Araujo los acompañaba con el violín. La gente estaba preparando un gran sancocho de gallina criolla para la familia recién llegada. 

Así fueron recibidos entre cantos y alegría. El Padre Salas Bencomo, preparó una misa muy bonita para dar la bienvenida a la Sagrada Familia que serán los patronos de la Comarca.

La familia se acercó a Anastasia y le dijeron;

 

--gracias Anastasia por acompañarnos en el camino, debes regresar a la Comarca El Corozo y decirles a todos sus habitantes que desde las alturas de esta gran Cordillera les acompañamos. Nosotros siempre estaremos visitando los hogares, así que nos volveremos a ver. Le abrazaron, y se despidieron. 

 

 

Anastasia salió corriendo camino real abajo y en un instante ya estaba en Casa, llegó al patio y todos la estaban esperando preocupados. Se alegraron al verla tan bonita con la dalmática nueva, la silla, la corona de flores y una sonrisa de oreja a oreja. Mi padrino Chico y mi Madrina Ignacia la abrazaron, los niños no paraban de jugar con ella y de buscar flores para seguir adornando su silla.

En ese mismo momento va llegando la Señora Ana Ofida cargando un nicho con la imagen de la Sagrada Familia, entraron todos a la sala y Anastasia sorprendida reconoció que esa había sido la familia con la que ella había compartido en la cueva aquella noche fría de invierno. Adelmira prendió el cabito de vela y Anastasia movida por un extraño poder que salía del nicho comenzó a hablar contando toda la historia vivida. En casa la escuchaban con asombro; pues la burrita de mi padrino Chico que bien hablaba de lo vivido, lo que aprendió de la Sagrada Familia de Nazaret. Su vida ya no fue la misma. Ahora se quería así misma y valoraba las cosas sencillas de la vida.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

Frases maravillosas sobre la Sagrada Familia de la Beata Alejandrina Da Costa

"En cada detalle de la Sagrada Familia se encuentra la grandeza del amor."

"En la Sagrada Familia encontramos la importancia de cuidar y proteger a nuestros seres amados."

"La Sagrada Familia nos enseña que el amor no conoce barreras."

"La Sagrada Familia es un recordatorio de que el amor siempre triunfa."

"En cada puerta de la Sagrada Familia se encuentra la bienvenida al amor."





Vista panorámica desde Esdovas 






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