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UNA TIENDA ENTRE NOSOTROS
Propuesta de Retiro
personal y comunitario:
Una tienda de humanidad y eternidad. El Cielo y la tierra se unen
en el misterio de la Encarnación. (Jn
1,14)
Este material está preparado con una metodología de cinco tiempos,
no se trata de trabajarlo aceleradamente en una lectura rápida. La idea es que
lo leas con serenidad, subrayes, tomes nota o simplemente déjate llevar por
algo que seguro captara tu atención profunda.
Para hacer el ejercicio busca un espacio adecuado que te ayude a
entrar en tu mundo interior. Entra en contacto con la naturaleza, respira
profundo y dile al Señor Jesús esta plegaria para iniciar: Señor vengo a estar contigo,
quiero entrar en tu tienda.
Freddy
Araujo SchP.
Primer tiempo una lectura para preparar el corazón.
TODA NUESTRA VIDA ES “ADVIENTO”:
Dios está
viniendo.
Él viene en
su Palabra, en su Espíritu que nos da la fe, en los sacramentos de la Iglesia,
en las luchas y alegrías de la vida, en cada uno de nuestros hermanos, sobre
todo en los más pobres y sufridos.
Hay que saber
esperar a Dios. Hay que saber buscar a Dios. Hay que saber descubrir a Dios.
Y mira que
hay muchos que se cansan de esperar, porque la vida se ha puesto muy dura y los
poderosos siempre aplastan al pueblo.
Y hay muchos
que no saben buscar a Dios día a día, en el trabajo, en casa, en la calle, en
la lucha por los derechos de todos, en la oración, en la fiesta alegre de los
hermanos unidos, e incluso más allá de la muerte.
Hay muchos
que no saben descubrir al Dios que se esconde en el Niño de Belén, en la lucha
de la vida y en los hermanos más pobres.
Adviento es
un tiempo muy bueno para aprender a esperar a Dios, para aprender a buscar a
Dios, para aprender a descubrir a Dios.
El maíz y el
arroz están naciendo, hermosos.
Ha llegado el
Adviento.
Luego llegará
la Navidad.
Dios está
llegando siempre. Abramos los ojos de la fe, abramos los brazos de la
esperanza, abramos el corazón del amor.
(Pedro
Casaldáliga)
Integración:
Subraya y
saborea en tu corazón alguna frase o palabra del poema que más te llamo la
atención.
Segundo
tiempo: lectura orante
Busca en tu biblia en el apartado de nuevo testamento el cuarto evangelio: San Juan capítulo 1 puedes hacer la lectura orante del prólogo completo, pero necesito que te detengas en el versículo 14
(Jn 1,14)
Comentario: «Habitó» está literalmente escrito como «puso su tienda entre nosotros», aludiendo a la tradición judía de las tiendas, la presencia real de Dios entre su pueblo. Jesús es el verdadero templo, desde el que tenemos la presencia de Dios. Al igual que Juan el Bautista somos testigos de esa luz que nos habita en nuestro interior al igual que María de Nazaret. Adviento es el pleno reconocimiento de que esa luz que se nos fue dada para comunicarla. La condición humana se convierte en el lugar de la presencia de aquel que existe desde siempre y que pertenece al ámbito de Dios. Pero ese Dios Creador asume nuestra fragilidad en su Hijo Jesús, nuestro Hermano Mayor.
Habitó entre nosotros, vino para quedarse, pero no de manera
pasiva, su presencia es disruptiva, nos coloca en dinámica de salida. Toda
existencia es un tapiz multicolor de maravillas que proceden del misterio de bondad
infinita, pero quizás nuestros ojos se han quedado fijos en las adversidades y
reveses de la vida. Este himno de San Juan tiene el poder de volver a sanar
nuestras vidas y de dar sabor a nuestros días para transformar nuestro modo de
ver el mundo. Necesitamos ver el mundo habitado por ese misterio. Es allí donde
podemos contemplar su gloria de banda infinita.
Es inmenso este misterio, en la Encarnación, Dios ha tomado un
cuerpo. Desde entonces, Dios sabe qué se siente experimentar el cansancio, el
hambre, el dolor, ha recorrido caminos polvorientos, se ha quedado despierto
orando mientras los demás dormían, ha sentido sed, la tristeza… Dios nos ha
conocido por lo que el hombre ha conocido, desde la oscuridad del seno materno
hasta las tinieblas de la tumba, desde el nacer hasta la agonía más extrema.
Con la
Encarnación, el Hijo de Dios se unió en cierto modo a todo ser humano. Trabajó
con manos humanas, pensó con inteligencia humana, actuó con voluntad humana, amó con corazón humano. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente
uno de nosotros, semejante a nosotros en todo, excepto en el pecado.(GAUDIUM ET
SPES)
Para este momento de interioridad:
Subraya palabras o frases de los comentarios que captaron tu
atención interior.
¿Dónde notas la tienda de Jesús hoy en tu vida?
¿En qué realidades de tu historia personal has contemplado la
gloria de Jesús el niño de Belén?
Tercer tiempo: iluminación
Verbos
del prólogo de Juan que iluminan el camino para seguir viviendo el adviento.
Invitados
a Reconocer, Recibir, Aceptar y Contemplar.
Reconocer, aunque
muchos no quieran notar la presencia de la Palabra de Dios en el mundo. Está
realidad es una ventana que nos abre al misterio de Dios.
También hay otras ventanas donde Dios se manifiesta…la familia,
los vecinos, los hermanos de comunidad. Reconocerle
en quienes se comprometen a diario a aliviar el sufrimiento.
Recibir la presencia de
Jesús en el mundo asumiendo nuestra naturaleza frágil. Elige la fragilidad de una
mujer para convertir su vientre en una tienda de humanidad. Podemos hacer que nuestras
familias crezcan en capacidad para recibir.
Contemplar toda la experiencia de adviento y navidad está marcada
de símbolos y celebraciones. Contemplar es la actitud que nace del interior
para dejarnos empapar de lo que el misterio nos quiere comunicar. Allí no
hacemos preguntas, nos dejamos traspasar por la mirada del Verbo
encarnado.
¿Cómo lo vamos hacer?
En actitud de
espera atenta,
vigilante
y cordial.
Para este momento de interioridad:
En la espera atenta se desarrolla la capacidad para escuchar con
el corazón. A veces estamos llenos de palabras superficiales y queremos dar
respuestas para todo sin hacer el acto de discernir.
En la actitud vigilante para captar el paso de Espíritu en los
acontecimientos concretos del día a día. Su paso nos permite tomar decisiones
que hagan notar que estamos en adviento: ¿vivimos como familia el sentido de la
ascesis para hacernos más solidarios con los que sufren?
En actitud cordial, entender que podemos tratar a los demás con
delicadeza y cariño. Relacionarnos con la familia de Nazaret desde el corazón.
Abrirles las puertas porque están buscando una tienda en nuestros corazones.
Aplicar estas palabras a mi realidad personal, familiar y comunitaria.
¿Qué debo reconocer, recibir, aceptar y contemplar en mi situación
actual?
¿Cómo me dejo interpelar por los cuatro verbos: reconocer,
recibir, aceptar y contemplar?
· ¿Confío plenamente en el poder de la luz de Dios que ha venido a
disipar mis propias tinieblas? Te invito a dejarte llenar de esa luz de
sanación que nace en un pesebre.
¿Me considero cooperador de la verdad, para que esa luz se manifieste
a través de mi vida?
¿Qué pasa en la vida de un cristiano cuando escucha esta voz de
Dios?
Cuarto tiempo: oración del corazón
Construye
plegarias y respuestas a partir de lo meditado en este rato: Te ayudará a la
oración profunda.
Plegaria, Señor estoy a la intemperie y quiero que coloques tu
tienda en mi vida.
Respuesta: deseo entrar en tu vida y colocar una tienda en tu
corazón, lo voy hacer, pero sin avisarte, quiero sorprenderte…
Certeza: estoy invitado a ser tienda para los demás, quiero llevar
a Jesús a través de mi vida.
Integración
Has una carta de adviento a la familia de Nazaret expresando tu deseo más profundo para este año que finaliza. Toma nota de lo vivido y ponte en dinámica de vivir este tiempo guiados de la Sagrada Familia de Nazaret.
Quinto tiempo: Testimonio de vida:
Se oye el rumor de un acontecimiento lleno de eternidad...No temas gusanito de Jacob.
Transformare el desierto en valle...
Regresaba del liceo, caminaba despacio como con la mirada perdida
contemplando el cielo, las montañas, la gran Cordillera Andina, escuchaba el
sonido del rio. Tenía tareas pendientes y mucha preocupación por las materias
de la escuela. Sentía que había defraudado a mi familia. Estudiar no era fácil
para mí; el cambio a la secundaria fue fuerte. Me sentía perdido en aquel mundo
de materias y profesores diferentes. Tenía dislexia y discalculia y no lo
sabía. Mis números y palabras estaban como el universo antes de la creación,
todo era caos y oscuridad (Génesis 1
Pasando el zanjón del señor Miguel, empecé a sentir escalofríos. Pude reconocer
que una presencia muy tierna me estaba acompañando. Aceleraba el paso
como queriendo correr; caía una llovizna que me empapaba. De pronto,
pronuncian mi nombre como nunca antes lo había escuchado. Esa voz difícil de
describir con palabras resonó muy profundo dentro de mí. Sentía que ese
compañero de camino estaba colocando su mano sobre mi hombro.
Unos segundos antes me habitaba la angustia y un fuerte vacío vital.
Todo era oscuridad en mi mundo interior. Pero una sensación de orden empezó a
surgir de todo ese cúmulo de sentimientos negativos. Me quede experimentando
una alegría muy profunda, sentía que mi corazón estaba habitado de mucha
consolación. Surgió un movimiento de alegría impresionante. Fue como recibir
un abrazo de esos que resetean el alma.
Y empecé a correr chapoteando charcos junto a ese compañero de
camino que seguía allí pronunciando mi nombre. Una sensación de gloria corría
por mis venas. Quería comunicar a todo el que me encontrara que me sentía vivo,
alegre y con mucho ánimo de salir adelante. Esa buena noticia me
traspasaba el alma. Yo era como un cristal recibiendo la luz. Ese día me
convertí en testigo de la luz. Empecé a aceptar con humildad que
necesitaba buscar ayuda. Tenía ganas de superar cualquier desafío guiado por
esa voz que internamente me iba transformando. Simplemente ahora en silencio
hago memoria, soy capaz de contemplar ese momento de encuentro con Jesús
de Nazaret, sigo con Él recorriendo esta misma tierra que es su tienda.